viernes, 8 de abril de 2011

Seguros de vida

Después de tantos artículos hablando sobre instrumentos financieros, formas de obtener beneficios monetarios y muchos más temas, vamos a tratar un tema que verdaderamente puede llegar a sustentar un elemento básico en nuestras vidas, ya que toca no solo el ámbito económico, sino también el moral.


Se encuentra por tanto estrechamente ligado con un tema que no muchas veces es grato tratar; la muerte. En general, a la gente no le gusta hablar de su fallecimiento así como de las consecuencias que ésta puede contraer; sin embargo es alto el volumen de personas que lo hacen. Padres o madres de familia, esposos o esposas… pueden tener la gran preocupación de qué sucederá tras su muerte con la situación económica sobrevenida a sus seres queridos, ¿serán capaces de hacer frente a esa situación? ¿Podrán sus hijos costearse unos estudios, así como poder pagar la hipoteca de su vivienda?... Todas estas preguntas podrían disolverse al adoptar un mecanismo básico; los seguros de vida.
La muerte es imposible de regular, de prever, de intentar establecer. Pero en su oposición sí lo podemos hacer, o por lo menos intentarlo, con la vida. Para ello fueron creados los seguros de vida.


Un seguro de vida podría ser definido como una póliza a la cual la compete la existencia, salud e integridad corporal de la persona asegurada.  Representaría un apoyo de protección para la familia del cliente, constituyendo protección para el resto de sus vidas.
Su regulación se recoge en la Ley 50/1980 de los contratos del seguro, siendo fuentes subsidiarias la legislación mercantil vigente.
Los seguros de vida tienen una naturaleza indemnizatoria, ya que el asegurado estará obligado a pagar una prima previamente estipulada, siempre previsto dentro de la Ley, y a cambio el asegurador satisfacerá a éste, en caso de muerte o supervivencia, mediante la entrega de un capital.

Elementos que lo conforman:

    * Asegurador: compañía que entregará la contraprestación a cambio de la prima.
    * Tomador del seguro: persona contratante de la póliza y que por tanto se responsabilizará del pago de la  prima.
    * Asegurado: Persona que cubre sus riesgos.
    * Beneficiario: persona indemnizada por  la contraprestación del seguro.
    * Prima: Cantidad prevista que se deberá pagar por el tomador del seguro a asegurador como contrapartida de la cobertura de riesgos.

El hecho de que el asegurado y el tomador del seguro sean dos personas diferentes, traerá consigo determinadas circunstancias. En España deberá darse un consentimiento expreso en la póliza si ambos no son una misma persona.


En el caso de que tras formalizar la póliza los beneficiarios sean modificados puede llevarse a cabo.  Con relación a este tema se puede anotar cómo actualmente se ha llevado a cabo un registro de los beneficiarios, ya que se han dado múltiples casos en que por su no conocimiento muchas pólizas se han extinguido por no ser  demandadas.

Sin embargo, aparte de determinar todos estos elementos es necesario acordar cuánto dinero se necesitas, debido a que las circunstancias que rodean a cada persona distan mucho unas de otras. No existe un método o índice único que especifique qué será lo que se adapta más a nuestra situación; para ello lo mejor es acudir a un Asesor Financiero que nos marque las pautes y aconseje en este ámbito. Realizará un Análisis de Necesidades Financieras. A su vez existen otras metodologías como páginas web que te asesoran es esta actividad mostrando lo que más se amolada a cada uno. 

En el link siguiente encontramos referencia a lo anteriormente explicado; nos hallará lo que más nos convenga:

Tipos de seguros de vida; existen dos tipos básicos:

  •  Seguro a término: Constituido por fallecimiento. Se brinda por un periodo de tiempo específico, y le competen circunstancias temporales.  Es más usado por familias que constan de un ceñido presupuesto.
  • Seguros permanentes. Comprende protección de por vida. Ofrece de forma más amplia el poder pagar la educación de los hijos, así como suministrar a una persona el capital para poder hacer frente a la situación en caso de fallecer el dueño o socio clave.
Para poder adquirir un seguro de vida existen diversas formas:

  •    Un agente de una compañía de seguros de vida. Deberemos de encontrar una compañía acreditada, con un buen estado financiero.
  •    Un corredor de seguros. Se encargará de contrastar diversas pólizas y recomendarnos para la cual seamos más precisos según nuestras necesidades.
  •    Un asesor financiero. Algunos cobran honorarios, y se encargarán de prever la póliza que mejor se amolde a nuestro plan financiero.
  •    Su empleador. Ofrecen la póliza sin cargo al empleado, en muchos casos constituyendo una o dos veces es salario de este empleado.
  •    En línea. Aunque se puedan realizar trámites por internet, será necesario tratar con un agente telefónicamente.
En conclusión, los seguros de vida pueden llegar a formar un elemento de protección básico para nuestra familia, asegurando de algún modo una situación económica estable tras la muerte del asegurado.

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