sábado, 19 de febrero de 2011

Letras del Tesoro


Los Estados, pese a las múltiples ayudas e ingresos que reciben desde distintos ámbitos como organizaciones, impuestos de ciudadanos etc…, tienen numerosas deudas ante otros países y también frente a particulares.
Para poder dar de baja estas deudas, y poder adquirir recursos de financiación, se recurre a una práctica muy común, que es la emisión de títulos de valores. Estos títulos de valores van a constituir una solución relevante ante problemas de tesorería, es decir, el tener dinero en caja para pagos en el acto y; a su vez, para financiaciones a medio y largo plazo.
Dentro de estas deudas públicas a las que nos referimos, se dan diferentes clasificaciones; deuda real y ficticia, deuda amortizable y perpetua…, y a su vez podemos diferenciar las deudas a corto, medio y largo plazo; entre las cuales nos centraremos a continuación en las de corto plazo.

Las deudas a corto plazo están representadas por la Letras del Tesoro. Éstas funcionan como un activo emitido por el Tesoro Público, y al ser a corto plazo tienen un vencimiento igual o menor de un año. Los plazos que las atañen son de 3, 6, 12 y 18 meses; aunque en algunas situaciones, si el Tesoro  Público así lo estima, algún plazo de los anteriores puede ser suprimido.
A continuación podemos ver un anuncio publicitario en el que se dan a conocer: 


Al hablar de su valor, podemos decir que va a ser siempre el mismo, un valor nominal mínimo de 1000 euros. Sin embargo al ser emitidas al descuento se produce el hecho de que se recuperarán 1000 euros finalmente, habiendo el comprador en el mercado primario, pagado por ellas una cantidad menor a la recibida tras el vencimiento.
  • Con vencimiento inferior a 376 días:
  • Con vencimiento superior a 376 días:

Es decir, su rendimiento es la diferencia entre su valor de reembolso y su precio de adquisición. Este rendimiento del que hablamos está sujeto íntimamente al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, ya que el pago de las Letras se considera de rendimiento del capital mobiliario. En consecuencia, los rendimientos se gravan cuando se paga el IRPF. 
Los tipos fijos a los que tributan estos rendimientos son los siguientes:
  1. Tipo fijo del 19%, en el caso de los primeros 6000 euros de renta del ahorro obtenidos por una persona físicas. 
  2. Tipo fijo del 21%, en rentas que superen los 6000 euros anteriormente citados.

Existen diferentes formas para invertir en las Letras del Tesoro: 
  • Si se compra el activo cuando es emitido, y lo conservamos hasta que vence. Se deberá estudiar cual es el plazo más beneficioso para su amortización.
  • Al adquirir el activo, por el contrario, en el mercado secundario. La Letra será mantenida hasta que venza.  Deberá ser estudiado el precio de adquisición.
  •  A su vez, al igual que en el caso anterior, se puede adquirir en el mercado secundario. La compra se realizará a una entidad gestora, con la cual se pactará un precio y un momento, para que más tarde se produzca una recompra por su parte. Éste método se usa habitualmente por parte de empresas, las cuales invierten en periodos escuetos, para adecuar sus necesidades.
Éstos activos son emitidos en subasta mensualmente, y la forma de inversión se puede realizar mediante una cuenta directa en el Banco de España o  bien en una entidad financiera tradicional.
Si lo realizamos a través de una entidad bancaria será cobrada una comisión, y si se realiza mediante cuenta directa en el Banco de España debemos comprar los activos en el momento de su emisión, en una subasta. Si la subasta es competitiva no existirá límite alguno para a puja, pero si por el contrario es no competitiva, no se podrás superar los 200.000 euros.

En conclusión, las Letras del Tesoro pueden suponer un método de obtener beneficios muy interesante y llamativo para los inversores, como bien se puede ver reflejado en la siguiente noticia:


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